No te preocupes...

Las preocupaciones son un gran problema y más si las llevamos frecuentemente en nuestra mente. Esto llega a hacerlo para mucha de las personas. Pero por que preocuparte, por cosas sin importancia. Cuando Dios se encargara de todo los problemas y circunstancias por las que pasas. Si crees en el, todo es posible... Para Dios no hay obstáculos, y menos puertas cerradas, porque solo él tiene el poder para cambiar todo. Pero qué mejor palabra las que nos dejó el Señor en su palabra.

Para que recordemos que no estamos solos, que no nos faltara nada, que al contrario siempre estar a nuestro lado. A veces cuando nada marcha como lo esperamos y las preocupaciones reinan en ese momento en nuestra mente. Sin embargo no podemos resolver nuestros problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos o de la misma forma como lo veías ayer... Y cuando sientas que el agua te llega al cuello, no te preocupes el Señor esta hay, solo dile cuanto lo necesitas en ese momento. Al contrario, ¡No te preocupes! La vida está llena de altas y bajas, al fin y al cabo los problemas suelen ser todos pasajeros. Pero Dios siempre estara a tu lado...

Dios te bendiga 

Cristo te ama 

Salmos 42:5-11

¿Por qué te abates, oh alma mía,Y te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío. Dios mío, mi alma está abatida en mí;

Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar. Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. Pero de día mandará Jehová su misericordia,Y de noche su cántico estará conmigo,Y mi oración al Dios de mi vida. Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo? Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios? ¿Por qué te abates, oh alma mía,Y por qué te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.