En la biblia encontramos que nos habla de las oraciones desatinadas.
En Santiago 4:3 nos dice;
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Tenemos que saber orar y entendamos, más oraciones son levantadas al cielo que las que son contestadas en la tierra. Pero todos queremos que Dios nos conteste y que nos de lo que pedimos. Pero las respuesta más rápido que descienden del cielo, son las que tienen la gloria de Dios, no el amor por el mundo; el bienestar espiritual, antes que los apetitos de la carne.
Recuerda:
Donde Dios no tiene boca para hablar, el hombre no debe tener boca para pedir.
También tenemos que tener mucho cuidado con lo que pedimos, pero hay que desenfocarnos del mundo y de los pecados, tentaciones de la carne, para poder tener una oración limpia y llena de gloria. Para cuando llegue a los oídos del nuestro Dios será puro y de corazon. Tenemos que luchar por nuestras propias bendiciones y eso solo lo lograremos orando, sometiendonos de todo corazon, pero no solo en ocasiones de problemas o situaciones, sino siempre. Dale lo mejor de ti a Dios...
Dios te bendiga
Cristo te ama
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