Todos le pedimos a Dios que haga un milagro en cada una de nuestras vidas. Pero que nosotros hacemos para él, es la pregunta. Oh qué hacemos para merecer tan maravilloso y hermoso regalo de parte de Dios, nos lo estamos ganando. Necesitamos ser quebrantados para que el Señor nos muestre su gloria, para así poder llegar a sentirlo. Pero nunca te conformes con poco siempre pide más de ese fuego del espíritu Santo nunca lo dejes de sentir que cada día lo sientas más y más. Deja que el Señor te muestre todos sus caminos, que te quebrante, que te corrija, que te llene para que no te sientas igual como todos los días. Si ya no puedes más dile;
Señor ya!
Señor me rindo!
Aquí estoy!
Te necesito!
Ayúdame!
Recordemos por un momento cuando la mujer del flujo de sangre (mateo 9) llegó a tocar el manto del maestro esta mujer estuvo sangrando 12 años pero tenía fe, nunca perdió su fe y esperanza de que algún día llegaría a sanar. Pero escuchó que para el pueblo venía Jesús y ella tan sólo pensando que tocando el borde del maestro se sanaría, llegó hacia él para tocarlo. Y así fue sano que hermoso verdad ella fue librada, sanada y NUNCA su fe y esperanza cayeron. Muchas veces queremos que Dios nos dé pero no vemos lo que pedimos porque, porque muchas veces tu fe No es tan caliente como debe ser en realidad no hay FE, media ni tibia está fría o caliente. Recuérdalo!!!
Hoy te pregunto: ¿Cómo está tu fe?
Fría o Caliente
Lo que quiero decirte con esto es que no importa por las circunstancias por las que atraviesa. No importa la tormenta que se avecine a tu vida, mantén tu fe puesta en el Señor. Alimenta tu fe, no dejes que tu fe caiga, no dejes que el enemigo te derrote en medio de tus batallas. Cuando el sabe que las batallas las ganan estando de pie en medio de tus pruebas y de rodilla ante el Señor.
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